PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




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jueves, 15 de julio de 2021

"AMANDA", NUEVA NOVELA EN EDICIÓN

¿Mi nueva novela? Sí. Las páginas de Amanda ya se cuecen en la editorial. No os daré, por ahora, detalles de su salida a la luz (es mejor gozar ese momento en modo "¡¡¡SORPRESA!!!"). Eso sí, a modo de aperitivo, os iré familiarizando con algunos elementos de interés que tienen que ver con la trama, escenarios y personajes. 

Hoy, por ejemplo, os quiero anticipar algo: Amanda es una novela que os llevará de la mano a dar un gran salto de la Galicia profunda a la reverberante urbe habanera. 

Si habéis visitado la Ribeira Sacra y el cañón del río Sil, habréis visto que, en sus quietas aguas, yace un dragón dormido. Quizá sea este el último ejemplar de una raza de dragones que alguna vez pobló el ancestral sitio. Yo, por mi parte, puedo imaginarlos volando sobre los tejados de las aldeas vecinas y llenando a sus pobladores de terror. Y sí, hubo cazadores de dragones que combatieron contra ellos hasta darles muerte. Lo que muchos no saben es que una de las bestias quedó allí, sobre las aguas, aguardando la llegada de Luis (protagonista principal de la novela) y de su madre (Ángela).


DRAGÓN DEL SIL


Y ahora, entremos por instante en Amanda. Viajemos a la Parroquia de Santa María de Torbeo. Corren años difíciles. Ni siquiera, la famosa bruja Fliomena Árias ha podido prever -en toda su magnitud- la catastrófica situación de hambre, enfermedad y desolación agravada, mucho más aún, por la Guerra Civil. No queda otro remedio: Luis, joven apasionado y lleno de ilusiones, buscando salida a su miserable vida, emigra a Cuba.

Así, La Habana se convierte en su lugar de acogida. Pero su experiencia vital en la capital cubana está llena de pasiones e incógnitas; por decirlo de algún modo, su hasta entonces insípida existencia deviene convulsiva y se  transforma en frenética obsesión por la joven y sensual Amanda.

Pero bueno, no más anticipaciones (al menos, por hoy). Lo que no puedo dejar de contaros es que, en La Habana, Luis volverá a encontrar al dragón del Sil. ¿Dónde? Pues, en este edificio del Paseo del Prado en el que Amanda vive. Como veis, tiene las alas abiertas y parece estar listo para emprender el vuelo. Y yo, creyendo absolutamente aquello que mi personaje me ha confesado, lo he inmortalizado en esta fotografía:

EDIFICO DE LA HABANA SITUADO EN PASEO DEL PRADO ENTRE ÁNIMA Y VIRTUDES (de inicios del siglo XX)


Podéis observar a nuestro dragón en lo más alto del edificio. Está esculpido en metal. Tal vez muchos de vosotros habréis visitado La Habana y habréis reparado en él. No obstante, dos cosas no sabéis. La primera, que la escultura no fue puesta allí casualmente (la casualidad, de hecho, no existe), sino para que algún día los personajes de Amanda tuvieran la ocasión de encontrarlo. La segunda cosa que no sabéis es que la preciosa edificación (en la que anida el animal mitológico) no estuvo siempre así, pidiendo a gritos que le sea devuelta su dignidad escultórica atrofiada por el tiempo y el empecinamiento de un sistema político. 

Y ahora, cerrad los ojos. Os invito a transportaros mentalmente hacia finales de 1939 e inicios de 1940. Si lo hacéis, probablemente veréis a la joven Amanda en el balcón azul oval, derrochando su sex appeal y mirándonos con aire enigmático. Quizá nos esté entonando uno de sus boleros. Quizá...

Y claro, tenemos mucho de qué hablar. Tengo otras casas que mostraros; también, otras calles y sitios que, sin dudas, atraparán vuestro interés. Pero no será en esta ocasión. Poco a poco, los personajes de Amanda se irán asomando por esta ventana abierta de Cuenta Conmigo para presentarse e invitaros a entrar en la red de una trama en la que romanticismo, Historia y conocimientos chamánicos se entrelazan para cantar y contar.

Para vosotros, próximamente, Amanda.




lunes, 26 de abril de 2021

LA HISTORIA DE "EL RITMO DEL CONJURO" , de Rosa Marina González-Quevedo



Podéis conocer algo más acerca de la historia, los personajes y la motivación que me condujo a escribir El ritmo del conjuro en mi página de Youtube:




     En Amazon KDP EL RITMO DEL CONJURO. DEJA TU RESEÑA.




martes, 13 de abril de 2021

PRESENTACIÓN DE "EL RITMO DEL CONJURO" EN LEÓN. RESEÑA DE MARTA MUÑIZ RUEDA

Marta Muñiz Rueda

 

Hay libros que son camino, otros son estampa. Algunos existen como envoltorios de aventuras y hay libros que son búsqueda, como “El ritmo del conjuro”. La búsqueda del origen, la búsqueda del yo, la búsqueda apasionada del amor y la vida. La indagación espiral hasta el reconocimiento del ser primigenio, la anagnórisis del héroe, que siempre puedo ser ‘yo misma’.

Rosa Marina González-Quevedo escribe en estos versos un viaje iniciático, colectivo y vertiginoso, que nos conduce a la raíz misma de la poesía. Todo el libro es un único poema dividido en episodios narrativos que bien podrían ser ramas de un mismo árbol u hojas de una sola rama. La poesía nace a través de la magia, viaja revoloteando por la historia, visita night-clubs y bebe lingotazos de jazz, se derrama en Epidauro como un elixir, se escapa de un lienzo de Dalí y huye de su anterior estado, congelada en una escena de cine mudo, hasta desnudarse con irreverente frenesí. Danza a través de la música, su eterna compañera, llora en Roma al pie de una colina, bebe de las aguas ancestrales a su paso por Asia, se baña en el Caribe y muere en África para renacer. La belleza es capaz de atravesar los límites del espacio-tiempo infiltrada en el sonido de una flauta, inoculada en el humo del cigarro de un chamán, depositada en el cuenco original en el que surgió la vida.

Nada puede detenerla. Es amor y sensualidad y es más fuerte que nosotros mismos.

‘El ritmo del conjuro’ es un libro denso, complejo, lleno de ramificaciones por las que perderse para volver al eje central. Transitar por sus páginas es un viaje divino e infernal. Como Dante, baja a los infiernos para atisbar el cielo. Y ante la magnitud de su significado, no cabe sino preparar el alma para recibir una fuerte sacudida. Hay que purificarse hasta alcanzar el conocimiento. Fundirse con la naturaleza para abrir nuestra mente a la pureza. Nada más debería preocuparnos.

Son muchas las interpretaciones y enseñanzas que podemos absorber entre sus líneas, como si nos adentrásemos en la cueva de la sabiduría original, pero ya mis compañeras podrán realizar un análisis literario y filosófico mucho más rico del que la Marta poeta les ofrecería.

Como Marta pianista, mi misión es centrarme en uno de sus elementos base, uno de los pilares del libro: la música. Y no es cuestión baladí, créanme. La música impregna todas y cada una de sus páginas, desde el sugerente título hasta el esclarecedor susurro final.

Ritmo. Ritmo de conjuro. Regresa el chamán en múltiples formas, pero el arte tiene forma de mujer, aunque invite al hombre a fundirse en sus entrañas.

Rosa Marina nació en una isla en la que el ritmo vive en el aire que se respira. Cuba es son, y es además fusión y confusión de influencias universales. Por eso, como buena cubana, sus palabras han absorbido la métrica latina y aun sin ser del todo consciente, o tal vez sí, Rosa combina Troqueos, Yambos, Dáctilos, Anapestos, Espondeos, Anfíbracos, Tríbacos…: “Cuervo/ vuela libre/ misterioso/ oculto en la niebla/ grazna…” y hace que esos metros clásicos se mezclen con el bagaje de origen africano que fecundó Cuba y vive en la voz del chamán y en la guajira: “¡Cumbanchá/ Túmbara/ Bemberé!”. También el jazz aparece como si se asomase a través de la cortina de un antro neoyorquino: “Nadie supo y nadie sabe por qué bajó la frente/ al amanecer/ en la soledad de su última luna” (¿No son estos tres versos puro soul?) “Comienza la estación oscura” como quien se abandona al poder divino de la improvisación. Y es capaz de retroceder a esencias bíblicas, a ritmos propios de la civilización caldea y mesopotámica, casi salmódica: “Cuentan que, en lo alto de un roble, / dominando el bosque, desde su calabaza/ Osaín Agé dio a beber a Ambrosía las letras de Ifá”. No podemos obviar las reminiscencias medievales al modo de epíteto épico: “Hembra de una sola chancla que baila en un pie”, pero tampoco Rosa es ajena al bolero: “Ponme un trago que muero de sed”.

El viaje musical que atraviesa “El ritmo del conjuro” es puro vértigo, es subirse a un carrusel en el que todo es posible, pero que siempre sorprende para bien, ya sea al ritmo de seguidillas o coplas andaluzas (¡Cómo iba a faltar España!): “Alumbra al Norte/ la luna llena/ canta cantino/ la castañuela.” Y desvaneciéndonos en su pentagrama vanguardista aterrizamos ante el embrujo evocador de Camille Saint-Säens y su Danza Macabra, con paso a dos para principiantes: “Muerte guarda el violín y se esconde/ para vernos cruzar -de nuevo- el puente donde a veces vivo/ y otras veces muero.”

Morir es renacer al son de un shitar, agonizar de Egipto a Oriente con la levedad de un haiku: “de Sadako/ en pliegues de Origami/ se dibuja la vida”. El chamán nos conduce al origen, que bien puede habitar en el vientre de África: “¡Tumbará! ¡Bemberé!” o en la céltica melodía de una gaita escocesa o irlandesa: “gime/ más allá del mar/ del Sol/ de los astros…” Decrescendo, sotto voce, los tambores se van apagando, el deseo ya tomó el poema: “Late el corazón. Brota su mano/ por el cuerpo ardiente…” (Otra vez España y su voz de fuego). Suena el güiro, llévame a Cuba, que es primavera: “Cúmbara-cúmbara suena/ su cintura. Que no baila. / Porque vuela.”

Del caos, la luz. Del ruido, la certeza: “Cae la noche. / Tu abrazo me envuelve. / … Amanece.” No dejen de leerlo, no se lo piensen mucho, “el camino es breve”.

 


Marta Muñiz Rueda

(Gijón, 1970) 

Es escritora y músico. Ha publicado libros de poesía (El otoño es nuestro, Libro de la delicadeza), la novela Tiempo de cerezas, y los libros de cuentos 13 cuentos dementes Anna y las estrellas.

Ha trabajado como corresponsal en Europa para las revistas culturales "Horizontum" (México) y "Visítame Magazine" (Nueva York) durante los años 2017 y 2018.

Desde pequeña su vida ha estado ligada al aprendizaje y la enseñanza del piano y la composición, ya que todas las mujeres de su familia han estudiado interpretación. 

Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y titulada profesional de piano por los Conservatorios de Gijón y León. Como compositora puso música a poemas y textos de Miguel de Cervantes y Lope de Vega en la obra ‘Duelo de ingenios’, actuando a dúo con la soprano Ana Clara Vera Merino, estrenándose con gran éxito en la Biblioteca Pública de León. También es autora de cuatro obras de teatro musical infantil en la compañía de la que forma parte, ‘Moraleja de la candileja’. Ha participado en numerosos eventos artísticos, antologías, revistas culturales y es columnista de opinión del diario de información general La Nueva Crónica.

PRESENTACIÓN DE "EL RITMO DEL CONJURO" EN LEÓN. PALABRAS DE LA ESCRITORA FELICITAS REBAQUE DE LÁZARO

 


Felicitas Rebaque de Lázaro


Buenas tardes. Es un placer darle la bienvenida a la presentación del libro El ritmo del Conjuro de Rosa Marina González-Quevedo. A causa de la pandemia, se ha tenido que posponer casi un año, pero esta tarde, por fin, daremos a conocer este último y especial vástago literario de Rosa Marina. Gracias por acompañarnos en esta velada, que si duda va a ser mágica, en un  marco cultural emblemático como es el Salón de los Reyes por la gentileza y predisposición de Maria Dolores Martínez Lombó, directora de Bibliotecas Municipales.

Creo que todos los que estamos aquí conocemos a Rosa Marina González-Quevedo, pero, permitidme hacer una pequeña semblanza suya.

Cubana de nacimiento, ciudadana del mundo, por su trayectoria tiene su corazón repartido entre su Cuba natal, Nápoles y España. El amor la trajo a tierras leonesas y aquí echo raíces.

Rosa Marina,  licenciada en Filosofía, en Lengua y en Literatura Románica y Latinoamericana, ha sido profesora de Historia de la Filosofía en la Universidad de la Habana y en el Instituto Cervantes de Nápoles. Ensayista, narradora, escritora, poeta, mujer muy versátil y con un gran bagaje cultural.  Con una mente privilegiada, Rosa Marina se mueve entre la intuición y la lógica gracias a esa visión especial que tiene del mundo, del universo y de la apreciación de lo que “no se ve” que para ella es diáfano.

Desde sus primeras publicaciones en la Habana, en el año 1992 hasta la actualidad, ha recorrido un vasto camino en el que Rosa ha madurado como mujer y  como escritora, añadiendo profundidad, excelencia y riqueza a sus textos. Creo que todos tenemos en mente su última gran novela: La Enana (Ediciones Camelot, 2020), de la que soy una fan enardecida.

 Y hoy tengo el honor de presentar su última creación: El ritmo del conjuro.

 ¿De qué trata este libro con un título tan atrayente?, se preguntarán. Yo solo voy a dar unas pinceladas del mismo porque quiero que a esa  pregunta, en su intervención, responda la propia autora porque nadie mejor que ella para hacerlo. Pero os adelanto que El ritmo del conjuro, utilizando la magia de las palabras nos sumerge en el mundo ancestral de la religión Yoruba. Un bautismo mágico para los neófitos lectores de cuyas influencias es muy difícil sustraerse desde las primeras líneas hasta la finalización del libro.

Y me podríais seguir preguntando: ¿Qué es la cultura Yoruba? ¿Qué es Ifá? ¿Quién es un orisha?

Antes de responder, he de confesar mi ignorancia, y mis escasas, prácticamente nulas, nociones de esa cultura, ni de la religión que la sustenta, ni de sus dioses,  hasta que Rosa me habló de El ritmo del conjuro. La propia autora nos lo revela en el prólogo y seguro que en su intervención también nos hablará de ello.

En lo que a mí respecta ha sido toda una revelación que me provocó, tras leerlo, la necesidad de investigar sobre esa religión ancestral, los Yorubas, una etnia ubicada en el África Occidental concretamente en Nigeria y Benín, que tras la diáspora africana se expandió fuera de sus fronteras llevando  sus creencias y tradiciones al Caribe y a Brasil, principalmente. Los mitos,  la religión y los dioses, se adaptaron y mezclaron con los propios de esas culturas y con otras reminiscencias religiosas como la católica. Este sincretismo dio lugar a lo que se conoce como la santería cubana o el candomblé brasileño.

 Pero no se inquieten, en estas páginas no van a descubrir una historia de religión o de revelaciones, lo que van a encontrar en El ritmo del Conjuro es magia, por supuesto, y un viaje, que podríamos llamar iniciático, al que nos incorpora su protagonista, Osain, un potente orisha, dios o santo si trasladamos la acepción a la cultura occidental, que rige la Naturaleza.

Rosa Marina partiendo de la historia y las leyendas que rodean a este orisha, dotándole de aspecto humano, le hace abandonar su entorno natural y le embarca en un recorrido por diferentes partes del mundo para recopilar las leyendas y  ritos atávicos de culturas y religiones comunes en su esencia.

Y a la voz del mágico conjuro de Rosa Marina nuestro orisha Osain-Agé, acompañado de la mítica vampiresa Lulú, a quien da vida Louise Brook en “La caja de Pandora”, va de un lado al otro del mundo en una superposición de tiempos y de mundos, trasladándose de lo mágico y lo oculto a lo real, moviéndose desde espacios ancestrales a tiempos más contemporáneos.

 La magia es contagiosa, la música es mágica y la poesía también lo es. El ritmo de la naturaleza, de la vida, de lo oculto y de lo que pervive en la esencia del ser, se escucha en cada frase, en cada poema de este libro. Aristóteles, en su Poética, consideraba una íntima relación entre poesía, mito y ritual. Efectivamente, la poesía es como el ritual:  mimética, dramática y mágica, esa es la razón que no haya lenguaje mejor que el poético para expresar y mostrar lo ancestral y ese lado que queda oculto a los ojos de la razón.

Llama la atención cómo la autora recoge todo tipo de personajes de épocas más cercanas  y los amalgama con las creencias Yorubas. En estas páginas podremos ver conjugados a Amanda Lear, Dalí, la legendaria Joan Geraldine Bennet, el personaje literario Sadako, con la diosa celta de la muerte Morrigan, con JUNM, dios egipcio, en lugares míticos sagrados como El Monte Sacro en Roma, con Epidauro en Grecia, Egipto, o con ciudades como Hollywood y Nueva York, todo ello vehiculado por un ritmo ora febril, ora cadencioso, a voluntad de la autora. Pero del ritmo nos hablará más adelante nuestra amiga y compañera Marta Muñiz, con más profundidad y conocimientos que yo.

La poesía se nutre de lo onírico, de lo simbólico, de un mundo interior no revelado a muchos mortales por el que Rosa Marina camina con una seguridad y confianza absoluta.

El énfasis que pone Rosa Marina en el ritmo y la cadencia del lenguaje, elabora una música verbal que provoca una especie de encantamiento al lector. Ritmo y verbo para invocar el conjuro, el mismo con el que palpita el universo.

Como dice la autora en el prólogo del libro esta historia solo se mostrará a ojos de quien ve y a oídos de quien escucha.

No se la pierdan, por favor, y …. Entren en trance.

 

 

FELICITAS DREBAQUE DE LÁZARO

Escritora / Editora de Masticadores de Letras.

Nació en Tudela de Duero (Valladolid). Afincada en León, España. Estudió Magisterio y Enfermería. Compaginó su trabajo de enfermera con su pasión por la escritura. Realizó varios cursos de relato, periodismo y novela en La Escuela de Escritores de Madrid.

Es miembro de la organización cultural Bubisher, organización sin ánimo de lucro que trabaja en los campamentos de refugiados saharauis.

Participa activamente en numerosos proyectos culturales y literarios y de animación a la lectura.

Ha publicado con diferentes editoriales libros de narrativa: relato, novela y cuento, dirigidos tanto al público adulto como al infantil y juvenil.

En la actualidad compagina la escritura con la edición de Masticadores.

Sus últimas novelas publicadas han sido Violeta Mara, maravilla y la reedición de El Latido del agua, ambas por la Editorial LxL

Blog: https://wordpress.com/view/felicitasrebaqueblog.wordpress.com

Facebook: https://www.facebook.com/felicitas.rebaque / Link a mis artículos

Correo electrónico: correoelectronico@ejemplo.com

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lunes, 12 de abril de 2021

PRESENTACIÓN DE "EL RITMO DEL CONJURO" EN LEÓN

 




ELL PASADO MIÉRCOLES 7 DE ABRIL FUE PRESENTADO MI LIBRO DE POESÍAS EL RITMO DEL CONJURO (EDITORIAL FLEMING, 2021) 

EL EVENTO TUVO LUGAR EN EL SALÓN DE LOS REYES (ANTIGUO AYUNTAMIENTO) DE LA CIUDAD DE LEÓN (ESPAÑA)


DOY MI SINCERO AGRADECIMIENTO A BIBLIOTECAS MUNICIPALES, EN ESPECIAL, A SU DIRECTORA MARÍA DOLORES MARTÍNEZ LOMBÓ POR LA ORGANIZACIÓN Y REALIZACIÓN DEL EVENTO EN ESTE PERÍODO EN EL QUE, AÚN, DEBEMOS ADECUARNOS A LAS CIRCUNSTANCIAS ESTABLECIDAS POR EL COVID-19

QUIERO HACER LLEGAR, ADEMÁS, MI AGRADECIMIENTO A QUIENES ME ACOMPAÑARON EN LA PRESENTACIÓN: FELICITAS REBAQUE DE LÁZARO (ESCRITORA), MARTA MUÑIZ RUEDA (ESCRITORA Y PIANISTA), NOEMÍ MONTAÑÉS FERNÁNDEZ (ESCRITORA) Y TERESA GONZÁLEZ ÁLVAREZ (ACRTIZ)

MI ABRAZO Y GRACIAS INMENSAS A LOS FOTÓGRAFOS MARCELO O. BARRIENTOS TETTAMANTI, ALEJANDRO (NEMONIO) ALLER Y PACO FERGAR MELLA , AUTORES DE ESTAS IMÁGENES QUE QUEDARÁN COMO RECUERDO DE ESTE DÍA






martes, 6 de abril de 2021

"EL RITMO DEL CONJURO" NO SE HACE ESPERAR NI UN DÍA MÁS


 

EL LIBRO DE POESÍA-NARRATIVA TITULADO "EL RITMO DEL CONJURO" SERÁ PRESENTADO EN LEÓN (ESPAÑA) MAÑANA MIÉRCOLES 7 DE ABRIL DE 2021.

EN DICHO EVENTO, LA AUTORA, ROSA MARINA GONZÁLEZ-QUEVEDO, ESTARÁ ACOMPAÑADA POR FELICITAS REBAQUE DE LÁZARO (ESCRITORA), MARTA MUÑIZ RUEDA (ESCRITORA Y MÚSICO), NOEMÍ MONTAÑÉS FERNÁNDEZ (ESCRITORA) Y TERESA GONZÁLEZ ÁLVAREZ (ACTRIZ).

LA PRESENTACIÓN TENDRÁ LUIGAR EN EL SALÓN DE LOS REYES DE DICHA CIUDAD.


TRAS UNA LARGA Y PACIENTE ESPERA DEBIDA A LAS IRREGULARIDADES OCASIONADAS POR LA PANDEMIA DE COVID-19 QUE NOS AZOTA DESDE HACE MÁS DE UN AÑO, "EL RITMO DEL CONJURO" VERÁ LA LUZ ANTE EL PÚBLICO EXPECXTADOR POR PRIMERA VEZ.

NUESTRO AGRADECIMIENTO A BIBLIOTECAS MUNICIPALES DE LEÓN Y A TODOS AQUELLOS QUE, DESDE SIEMPRE, NOS HAN ACOMPAÑADO EN ESTA AVENTURA DE BUSCAR NUEVOS CAMINOS EN POESÍA.

QUE EL RITMO DE LA VIDA ESTÉ CON TODOS NOSOTROS.



domingo, 1 de noviembre de 2020

VIVIR LA MAGIA CON "EL RITMO DEL CONJURO" (EDITORIAL FLEMING, 2020)





Queridos lectores de Cuenta conmigo:

Comenzamos noviembre, ese mes en el que predominan las brumas y se escuchan viejos conjuros en todas las latitudes de nuestro planeta. Y... ¿Qué mejor opción, pues, que caminar por las páginas de esta historia contada en el lenguaje de la poesía? : EL RITMO DEL CONJURO (Editorial Fleming, 2020) os aguarda en:

https://www.amazon.com/El-ritmo-del-Conjuro-Spanish/dp/B085K5V44L

https://www.amazon.es/ritmo-Conjuro-ROSA-MARINA-GONZ%C3%81LEZ-QUEVEDO/dp/B085K5V44L

https://books.google.es/books/about/El_ritmo_del_Conjuro.html?id=ajFrzQEACAAJ&redir_esc=y

https://www.amazon.com.au/ritmo-del-Conjuro-Editorial-Fleming/dp/B085K5V44L

https://www.amazon.it/ritmo-Conjuro-ROSA-MARINA-GONZ%C3%81LEZ-QUEVEDO/dp/B085K5V44L

https://www.amazon.fr/ritmo-Conjuro-ROSA-MARINA-GONZ%C3%81LEZ-QUEVEDO/dp/B085K5V44L


LA DANZA MACABRA, de Camille Saint- Saëns es uno de los temas que me inspiraron para escribir uno de los poemas que entran en el hilo narrativo de la historia: https://youtu.be/YyknBTm_YyM

La maravillosa forma de apreciar la magia a través de la música y la poesía en la leyenda de Ossain Agé y sus viajes por los oráculos y sitios legendarios de la Tierra.

sábado, 3 de octubre de 2020

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE POEMAS "EL RITMO DEL CONJURO", DE ROSA MARINA GONZÁLEZ-QUEVEDO

Queridos lectores de "Los días de Venus en la Tierra", os presento "El ritmo del conjuro" (Editorial Fleming, 2020), un libro de poemas (poesía narrativa) cuya salida a la luz pública tendrá lugar el 29 de octubre en la ciudad de León. Espero que disfrutéis de la historia narrada en poesías que aquí os dejo en mi canal de YouTube para que podáis danzar a la luz de la hoguera, pronunciando todos los conjuros posibles junto a Osain Agé.





jueves, 16 de julio de 2020

""LA ENANA" CON MASTICADORES DE LETRAS

 

Queridos lectores de "CUENTA CONMIGO":

Me complazco en poner a vuestra disposición otro de los viajes de La enana, en esta ocasión de la mano de Editorial Fleming y Masticadores de Letras-España. Espero que este trayecto del recorrido os sea grato.

Rosa Marina González-Quevedo.







 Fragmentos del capítulo 7, Cuarta Parte (El viaje) de la novela La enana (Ediciones Camelot, 2019).

Entre otros sitios conocidos, alcanzó a ver la plaza de la Ciudad Vieja. Su intención era llegar hasta ella, así que, sin perder un instante más, se volvió para buscar la salida.

Y encontró una puerta a sus espaldas.

Y de nuevo, una escalera, ahora en descenso.

Bajó. Y al llegar a la base de la torre, vio ante sí el puente. Su objetivo era continuar andando hacia la Ciudad Vieja; sin embargo, un impulso le hizo dirigirse en sentido contrario, hacia la Malá Strana.

El Puente Carlos estaba ─como de costumbre, aunque no lo recordara─ atestado de gente que vestía de una forma que al «profesor» le resultaba harto extravagante; al parecer, llevaban trajes de otra época: hombres con pelucas y rimbombantes sombreros de plumas, engalanados con capotes de los que sobresalían voluminosas gorgueras… y mujeres con exuberantes faldas acotadas por basquiñas y guardainfantes, luciendo largos mantos que las cubrían de pies a cabeza.

Pero no se sobrecogió por ello. Respirando con suavidad el aire frío y húmedo que llegaba del río Moldava, él mismo se vio envuelto en el enjambre de caminantes que pululaban como hormigas sin control. En fin, no era la vestimenta de época aquello que mayormente le impactaba. Y es que mientras más se aproximaban a él, los extraños caminantes iban perdiendo los rasgos faciales y el contorno físico, quedando solamente de ellos visibles unas pequeñas esferas de colores azul y marrón. En resumen, eso eran: ojos sin cuerpos. 

Ante tal visión, Mario de Luca sintió el pánico correr de los pies a la cabeza. Su instinto de supervivencia lo conducía a abrirse paso entre los transeúntes del puente para llegar a la salida (con rumbo a la Malá Strana). Pero una voz a sus espaldas lo detuvo:

─Escúchame atentamente, Mario, y no te vuelvas hacia mí. Movido por la egoísta tentación de andar por tu cuenta y riesgo, has desviado tu itinerario inicial. Te has dejado llevar por los recuerdos… Pero a partir de ahora, debes olvidar tus vivencias anteriores. Tu camino se centra en la plaza de la Ciudad Vieja y no sobre el Puente Carlos, como tampoco en la Malá Strana. Tienes que saber que este cambio de ruta te ha hecho entrar en contacto con seres no previstos en tu viaje: ellos no son «de los nuestros», no forman parte del mundo orgánico… ¿Me entiendes?

─¿Quién eres para hablarme así? ─El «profesor» hizo un intento por volverse hacia la voz desconocida.

─¡No lo hagas!… ¡No debes volverte, ni debes dirigirme la palabra! Solamente debes continuar andando, si bien en sentido opuesto al que ahora llevas. Te repito: desde tu perspectiva, estos transeúntes que ves se confunden con seres orgánicos conscientes; es decir, con personas…. ¡Pero no lo son!… Y tú no debes mirarles a los ojos ni hablarles…. ¡Vuélvete ahora mismo, Mario!… ¡Dirígete hacia el lecho de la torre, atraviesa el pasaje y entra en la Ciudad Vieja!

Ma dove sono?[1] ─El «profesor» sintió más que nunca la impresión de estar perdido.

─Vuelvo a repetirte, Mario, que no hables ni conmigo ni con nadie ─respondió la voz  oculta─. Sólo escucha y observa todo lo que encuentres a tu alrededor, pero manteniendo la boca cerrada. Pues las palabras, por estar cargadas de pensamiento y emociones, te pueden desviar de la acción. Y recuerda que, para ti, ahora lo principal es actuar.

»Tampoco dejes que nadie te toque. Algunos de los transeúntes que a tu paso hallarás son también «visitantes» como tú; es decir, viajeros en las coordenadas del tiempo y el espacio. Pero otros no lo son: estos últimos son los llamados «exploradores», seres que no pertenecen al mundo de los hombres… Y te siguen, tratando de confundirte, con el objetivo de robar tu energía. Para colmo, creerás conocer a alguno de ellos, pero tú, en todo caso, debes seguir «al pie de la letra» las siguientes instrucciones: «muévete despacio, pero no te detengas. Y sobre todo, cállate la boca y actúa»[2]. Sólo eso.

El «profesor» miró a su alrededor.

Tomado aún por el miedo, se volvió lentamente. Pero no alcanzó a percibir a quien le había hablado, ése que al parecer le estaba siguiendo los pasos: «Es para mí un alivio que alguien que me quiera ayudar me siga», pensó. Y respiró profundo. Evidentemente, tenía un guía o protector a sus espaldas, aunque éste fuera invisible. Daba igual.

Y así, siguiendo las indicaciones anteriores, dio media vuelta y se encaminó hacia la salida del puente, en dirección a la Ciudad Vieja. Atravesó el arco de la torre. Y desembocó en una pequeña plaza, de la cual no recordaba el nombre. 

***

La plazoleta por la que transitaba estaba desierta. Sin embargo, su soledad no duró el tiempo suficiente y necesario para darse cuenta de que su perspectiva visual cambiaba de nuevo: a pocos pasos del puente, cuando atravesaba aún la pequeña plaza solitaria, volvió a encontrar aquellos ojos de colores marrón y celeste que, al contrario de lo sucedido anteriormente, ahora iban integrándose a sus rostros y a sus cuerpos para formar imágenes de figuras humanas.

El «profesor» se hallaba de nuevo en medio de la multitud, a la salida de la plazoleta, caminando por callejuelas estrechas pobladas de hombres y mujeres con trajes opulentos.

Y continuó andando hacia delante. De tanto en tanto coincidía con algún transeúnte de rostro conocido. Por ejemplo, creyó reconocer a un viejo colega de sus años de profesor en la Universidad de Nápoles, ahora extrañamente vestido: calzón y chaqueta de terciopelo adosados por una elegante casaca, zapatos de tacón y hebillas de plata, sombrero de ala ancha y plumas de avestruz… Así vestía. Y al verle, el «profesor» volvió a saborear el placer que habitualmente la ironía le proporcionaba: «Si no supiera que esto me iba a ocurrir, diría que estoy en el carnaval de Venecia», pensó sonriente.

Y es que, en realidad, se estaba materializando lo que un instante atrás le había advertido la voz oculta a sus espaldas: «CREERÁS CONOCER A ALGUNO DE ELLOS. PERO TÚ, SOLAMENTE DEBES SEGUIR «AL PIE DE LA LETRA» LAS SIGUIENTES PALABRAS: MUÉVETE DESPACIO, PERO NO TE DETENGAS. Y SOBRE TODO, CÁLLATE LA BOCA Y ACTÚA. SÓLO ESO».

De esta forma, continuó andando por una callejuela empedrada que le llevó a desembocar en otra plaza, en esta ocasión, una explanada de adoquines muy extensa. Se detuvo ante un palacio monumental ─también de estilo gótico, muy antiguo─ en el que imperaba una torre alta y prismática. En su fachada ─sobre la puerta principal─ había dos esferas centrales, una en posición superior a la otra. Y sobre la esfera superior, dos ventanas abiertas de par en par, por donde asomaban sus graciosas cabecitas algunas figurillas que saludaban y mostraban objetos en sus manos.

─Son los doce apóstoles ─escuchó decir a un hombre a su lado.

Mario de Luca alzó la vista y no pudo hacer otra cosa que suspirar de emoción.

***


[1] «¿Pero dónde estoy?»

[2] Palabras de Don Juan Matus a Carlos Castaneda, referidas en El arte de ensoñar

https://www.amazon.es/enana-Rosa-Marina-González-Quevedo/dp/8494989308

domingo, 17 de mayo de 2020

EL INCREÍBLE MUNDO DE YUPI (PUBLICADO POR MASTICADORESDELETRAS-ESPAÑA)

(Fragmento del libro inédito  Descabelladas narraciones de cronistas míticos)
Tengo un amigo intersexual que tuvo la intrepidez de nacer con un testículo y un ovario. Su madre quiso llamarle Hermafrodito; su padre, sin embargo ─previendo mofas evitables─ decidió ponerle el nombre de Júpiter, apelativo soberano que los más allegados hemos reducido cariñosamente al mote de «Yupi».
Para honra de la literatura popular, el susodicho es un tipo que tiende a narrar cuentos increíbles. Personalmente, pienso que quizás la capacidad de ser un prolífico narrador la deba más a sus experiencias inéditas que a la vanidad de considerarse ─mitológicamente hablando─ un semidiós. Porque, entre nosotros, ¿qué no habrá visto Yupi siendo cantinero de un bar de barrio?… No sé, pero a mi entender, no hacen falta excusas para incluirlo en estas Descabelladas narraciones de cronistas míticos cuya celebridad, algún día, será inmortalizada.
Refiero a continuación uno de sus relatos más recientes. Yo había bebido algo más de la cuenta, no lo niego. No obstante, pude anotar los pormenores de la historia en su totalidad:
Era una noche de jueves cuando aquella mujer entró y se sentó en la barra y pidió un tequila doble. Receloso, le pregunté que de dónde era. Y ella me empezó a contar un rollo de esos difíciles… Pero no le creí. Tomó tres tequilas. Y al cuarto, siendo ya las tres en punto de la mañana, apagué las luces. Entonces, entró en la cocina; obvió el innecesario preámbulo pasando, de inmediato, al juego duro: se quitó todo lo que llevaba puesto y se acostó boca abajo sobre la encimera. Tenía un tatuaje desde la nuca hasta la rabadilla. Me pidió que le acariciara el culo; empecé a darle masajes circulares en las nalgas (que eran duras y firmes) dejando escurrir, poco a poco, mi mano entre sus piernas… Y la gran sorpresa fue cuando se volvió y vi que ella era tan rara como yo. Me juró que, de pequeña, su madre la había dejado en un monte llamado Frigia y que, siendo mozuela, había sido seducida por un centauro, el cual, apiadándose de su belleza, en vez de donarle literalmente su mitad animal, le dio solo el pene del caballo… Afuera llovía y hacía un frío atroz y yo me limité a abrazarla (si acaso un abrazo tiene límites)… Pero tío, la verdad es que, de no haber visto con mis ojos lo que vi, habría seguido creyendo que no existe más de una versión para la misma historia…
─Sí, Yupi ─interrumpí─, en tu mundo (y en el de todos) las historias son como un camino por el que transitamos con pies diversos ─Tragué de un golpe el chupito de whisky.
─Eso que dices lo doy por cierto y verdad ─aseveró─. He visto de todo en este bar y puedo contar cosas que igual harían reír que llorar. Por ejemplo, ¿ves a ese hombre que lee en aquel rincón?… Es ciego desde hace tres años; perdió totalmente la visión en un accidente. Sin embargo, viene cada día a leer: agarra el periódico, lo abre y se lo pone por delante. Dice que igual da, que para él no ha cambiado ni el bar, ni mucho menos  las chorradas que  publican los diarios. Un sabio lector, tío.
Anoté también en mi cuaderno lo que acababa de contarme sobre el tal… Por cierto, ¿cómo se llamará el nuevo espécimen? A lo mejor lo incluyo entre los cronistas supervivientes a grandes epopeyas, esos que hablan del silencio que leen y describen el sabor de la incertidumbre que beben.


https://masticadoresdeletras.wordpress.com/2020/05/15/el-increible-mundo-de-yupi-by-rosa-marina-gonzalez-quevedo/comment-page-1/?fbclid=IwAR0RXs1hWaaWpCnm6GTgaHOgAQyfp3vE4YLX0Dc0MiJWarGaH7_fMBc-rbA#comment-2358

miércoles, 18 de marzo de 2020

EL RITMO DEL CONJURO (EDITORIAL FLEMING, 2020)





Tengo la alegría y la satisfacción de anunciar a mis lectores de Los días de Venus en la Tierra la reciente salida a la luz de mi libro de poemas, El ritmo del conjuro, publicado bajo el sello de Editorial Fleming.





En el PRÓLOGO, dejo una nota inicial el lector:


"Antes de iniciar la lectura de El ritmo del conjuro, deseo contar a los lectores una historia que no existe a ojos de quien mira ni a oídos de quien oye, sino a ojos de quien ve y a oídos de quien escucha: la leyenda de un mago-curandero que, un día, sintiendo la necesidad de romper los límites de su oscura existencia, se lanzó a recorrer el planeta para descubrirse en todos y cada uno de sus mágicos rincones".



                 SINOPSIS


Desde la remota ciudad de Ile-Ife, saltando al monte caribeño, Osain Agé ─orisha que gobierna la Naturaleza y sus secretos─ rompe sus votos misóginos para acompañar a Louis Brooks (Lulú) en un largo viaje. Atrapada en el cine mudo, Lulú ha perdido la palabra y el sentido de la orientación. No obstante, atraído por su belleza, el orisha se empeña en sanarla de sus males. Así, ambos recorren muchos caminos, visitan algunos de los más importantes oráculos de todos los tiempos y comparten el cuenco de la sabiduría con chamanes y personajes legendarios de varias mitologías.

Simultáneamente, Osain Agé trata de hallar el secreto oculto en el misterio de la androginia y camina sobre las huellas de Amanda Lear, mítica modelo de Salvador Dalí y diva de la música disco. A tal propósito, comienza a frecuentar el ambiente nocturno de discotecas y night-clubs caribeños y neoyorkinos, terminando por descubrir la convergencia entre el ritual del toque de tambores, el sonido del monte, el jazz latino, la ópera sinfónica de Camile Saint-Saëns y otras fuentes mágicas en las que nace un ritmo universal: el ritmo del conjuro, ubicuo y atemporal.

Con el sabor del hechizo y el sentido del erotismo, con la fuerza de elementos de la Naturaleza y la fascinación de ritos y leyendas, El ritmo del conjuro es una historia imaginaria que conduce al lector a transitar por el sendero de la poesía, encontrando en ella una invocación perpetua.

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Agradezco a mi editor, José Re Crivello, por el mimo y la profesionalidad con los que ha curado la edición del texto y, sobre todo, por haber confiado en él.

El ritmo del conjuro se encuentra ya a la venta en Amazon.es

lunes, 3 de febrero de 2020

PRESENTACIÓN DE "DE LUNAS, MUJERES Y OTRAS HISTORIAS"







Una tarde puede ser pasajera e insípida; por supuesto, no la del 1 de febrero en el MUSAC cuando "De lunas, mujeres y otras historias" vio la luz. Una tarde, en fin, puede ser inolvidable: pongo por testigos a vosotros, lectores de "Los días de venus en la Tierra". 

Gracias a Mercedes G. Rojo y a Noemí Montañés Fernández, mis compañeras de aventura literaria; gracias a Mariposa Ediciones y a sus hacedores Marina Díez y David Álvarez; gracias a Paco Fergar Mella y a Alejando nemonio Aller por estas fotos ; gracias a todos los amigos y colegas que nos acompañaron.








Disponible en www.mariposaediciones.net/…/de-lunas-mujeres-y-otras-histor… . Además, en las siguientes librerías de León: Sputnik, Universitaria, Valderas, Loepoldo, Casla y Artemis .