PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




domingo, 17 de octubre de 2021

«AMANDA» Y UN TRIÁNGULO URBANÍSITCO: LAS TRES CASAS DE LA HABANA

 



Hoy trazaré el triángulo urbanístico de la capital cubana en el que se encierran tres de las principales casas descritas en «Amanda». En primer lugar, para comenzar a trazar dicho triángulo, haré referencia a la mansión que describo como «Casa del dragón», ubicada en el mítico Paseo del Prado entre las calles Ánimas y Virtudes. 

Supongo que su construcción data de finales del siglo XIX y principios del XX (en la foto aquí publicada, la fecha de construcción del edificio ha quedado cubierta por la estatua del dragón que sobresale de la parte más alta de la fachada). No obstante, debo confesar que —aunque en todo momento trato de ser fiel a la Historia— la fecha no fue lo que más me interesó para escribir algunos capítulos de «Amanda»: a decir verdad, lo que más llamó mi atención fue la estatua del animal mitológico, que parece echar a volar. Hoy, la Casa del dragón ha sido pintada con dignidad, igual que esas damas octogenarias que intentan atrapar la belleza perdida a base de colorete: lo que ayer fuera una espléndida casona de tres pisos hoy habla de destrucción, abandono y miseria; habla de la Habana que fue y que insiste en seguir siendo con la esperanza de resurgir de las cenizas. Sin embargo, en las páginas de la novela, opulencia y majestuosidad colman el inmueble… y la joven y sensual Amanda se asoma al balcón para saludarnos con una de sus enigmáticas sonrisas. ¿Será que el viejo dragón del Sil encontró cabida en el Paseo del Prado habanero y propone al lector alguna leyenda urbana?


Luego, saliendo de la «Casa del Dragón», transitamos por calles que desembocan en la esquina de Habana y Chacón.

Allí, encontramos una espectacular construcción neoclásica pespunteada con figurillas mitológicas y con fachada en forma de quilla. En su entrada principal se distinguen dos grifos custodiando un escudo nobiliario (perteneciente, sin duda, a alguna de las tantas familias aristocráticas de la urbe colonial). Y sobre el escudo, como timbre heráldico, un yelmo orientado hacia la izquierda; en fin, una fachada cuya arquitectura habla de quienes la habitaron: «… el yelmo, timbre que utiliza en sus escudos tanto la nobleza titulada, como la no titulada, así como los escuderos. (…) Dependiendo de la dignidad del caballero pueden ir dispuestos de frente, terciados u orientados a la izquierda (siniestra). En el caso de que estén orientados hacia la derecha (diestra) indican la condición de bastardo del noble al que representan» Véase: https://www.gabinetedeprotocolo.com/timbres-heraldicos-dignidades-titulos-nobiliarios/). Tengo que declarar que he pasado horas intentando obtener información sobre la historia de esta casa, sin éxito alguno. A mi entender imaginario, algún fantasma pulula entre sus paredes. Eso sí, en «Amanda», el misterio encuentra su mejor forma en el personaje que la habita: Ela Schatz, a quien haremos alusión en otro momento.


Por último, cerrando el triángulo, nos llegamos a la casa del Marqués de Prado Ameno (actualmente, uno de los hoteles más antiguos de la Habana Vieja). 

Según la información que he encontrado, tal título nobiliario había sido otorgado por Carlos III, en 1786, a un habanero conocido como don Nicolás de Cárdena Vélez de Guevara y Castellón (longaniza genealógica que Luis no logra comprender jamás). Pero la información que más podría interesar al lector es que, en la época en que se desarrolla la trama, la mansión era propiedad de Ernesto José Sarrá Hernández, hijo del fundador del mayor imperio farmacéutico en Cuba. Así, Ernesto Sarrá se convierte en uno de los tantos personajes históricos que, en la novela, entran en el círculo de la ficción para entretejer esas coordenadas espacio-temporales que, según Ela Schatz, son puntos de una tela de araña.

Como veis, en «Amanda», las casas de la Historia cobran nueva vida en esa realidad llamada «dimensión de Imago». Transitar de la realidad a la ficción no es, pues, estrategia der quien escribe, sino demostración de que los hilos de la trama universal son infinitos. Todo es posible.

«AMANDA» Y EL MISTERIO DE LA POSADA DEL PEINE

 




Iremos revelando, poco a poco, los misterios y/o «coincidencias» ocultas en las páginas de Amanda. Para ello, me gustaría empezar hablando de los edificios y casas descritas en la novela. En este sentido, hoy quiero hacer referencia a la Posada del Peine, edificio centenario cuya entrada principal está ubicada en la calle de las Postas esquina a calle del Marqués de Viudo de Pontejos, en Madrid. Fundada por Juan Posada en 1610, notoria es la descripción que de la Posada del Peine nos ofrece Camilo José Cela en su «Discurso de ingreso en la Academia de la Lengua» (1957): «Volvemos la última página de Madrid. Escenas y costumbres, (1ª serie), publicado —por el pintor Solana, a quien Cela dedica su Discurso— mientras el autor vivía en la histórica, destartalada y entrañable Posada del Peine». (Como referencia, véase e l enlace https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/cela/discursos/discurso_04_3.htm).

La «histórica, destartalada y entrañable» Posada del Peine —actualmente considerada como el establecimiento hotelero más antiguo de Madrid y uno de los más antiguos de toda España— es hoy un lujoso hotel de cuatro estrellas y un punto de referencia para turistas y exploradores de la Madrid de los Austrias. Hay que apuntar que su fama como instalación hotelera se debe, por una parte, a que a lo largo de la Historia dio alojamiento a todo tipo de transeúnte (lo mismo a quienes venían en viaje de negocios o trabajo que a quienes escondían «oscuros propósitos»…). Pero, sobre todo, a haber sido albergue de literatos y artistas de renombre (entre estos, el pintor José Gutiérrez Solana, a quien Cela dedica el mencionado Discurso de ingreso en la Academia). No podemos, obviar, desde luego, otra mención importante: en Fortunata y Jacinta, Benito Pérez Galdós, por boca de Doña Lupe Rubín, también hace alusión a la Posada cuando escribe: «No sé lo que se figura este heliogábalo… Cree que mi casa es la Posada del Peine». (Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta. Segunda Parte).  


Pero más allá de la fama ganada gracias a las ilustres figuras que la han mencionado y a sus huéspedes de renombre, existen leyendas urbanas que revelan la presencia de ciertos fenómenos paranormales en las habitaciones del edificio; especialmente en la mítica habitación 126, de la que se cuenta ser escenario de extrañas «presencias» (consecuencia de suicidios consumados entre sus paredes) y desapariciones. Con dichas leyendas se relaciona el hecho de la existencia de un pasadizo secreto —también ubicado en la 126— que comunica con el piso superior, el cual fuera escondite para ciertos huéspedes con «compromisos» (entiéndase con cualquier tipo de compromiso, matrimonial incluido). Desde luego, es probable que dicho pasadizo secreto no haya sido, en fin, «tan secreto»: hay que tener en cuenta que —de acuerdo con lo que encontramos como dato histórico— a partir de 1796 se comenzaron a realizar obras para reformar el edifico; de hecho, los pasadizos que comunican una planta con otra eran lógicamente vías de transporte de materiales de construcción, etcétera… En fin, probablemente el pasadizo de la 126, como dice el refrán, no era más que «el secreto del payaso» del que, tarde o temprano, todo se sabía.

Ahora, en cuanto a Amanda se refiere, el lector encontrará la mítica habitación 126 de la Posada del Peine en algunos de sus capítulos (en esos en que se relata la historia de Ángela, la madre de Luis). Pero ¿por qué es importante la habitación 126 en la trama?…

¡Oh, no, nada de anticipar elementos que descubran los enigmas de Amanda! Eso sí, es indiscutible que el híbrido REALIDAD HISTÓRICA-LEYENDAS URBANAS-LITERATURA es mucho más que un propósito narrativo y que, como asegura el personaje de Ela Schatz en la obra, la posibilidad de descifrar enigmas está al alcance de quien sepa descubrir el misterio oculto en lo aparente.

Te invito, lector, a encontrarte con el Universo de Amanda.

viernes, 1 de octubre de 2021

"AMANDA": NUEVA NOVELA AL ALCANCE DEL LECTOR

Amanda, (Letrame Grupo Editorial, 2021)

 Tras un curado proceso de edición, Amanda ha llegado en estado material a su primer destino; es decir, a mis manos (las de su autora). Es emocionante ver nuestra obra materializada, ¿no es cierto?. Pues bien,  en mi caso, ello significa la realización de un trabajo personal iniciado en marzo de 2019. 

Desde luego, este es solo el comienzo del largo camino del libro hacia su destino final: la gran sala de lectores que, a partir de ahora, podrán tener a Amanda entre sus manos para hojear sus páginas y olerlas (como ha hecho ya alguien que conozco y cuyo nombre guardo en mi secreter de queridos amigos)... y, por supuesto, para leer la historia; misión exclusiva de vosotros, lectores, quienes escribiréis con vuestra imaginación todas y cada una de las nuevas versiones posibles.

Por mi parte, con todas mis fuerzas espero (y aspiro) ver crecer a Amanda en el imaginario colectivo; saber que se multiplica en los panes y los peces de vuestras incontables historias personales...; porque estoy convencida de que, con Amanda, evocaréis algún rincón de vuestra infancia, escucharéis alguna melodía que os hará sonreír, caminaréis por espacios "iguales a los míos" (serán estas vuestras palabras). Y sobre todo, algo me dice que, al leer el libro, os detendréis por un instante en reflexiones acerca de quiénes realmente somos y hacia dónde vamos. 

Tras el fin de su edición, Amanda sale de la realidad virtual y regresa materializada  a mi mesa de trabajo





SINOPSIS DE LA OBRA: 

A inicios de 1938, en un rincón de la Galicia profunda, el joven Luis se debate entre la necesidad de conocer la real identidad de su madre o emigrar a Cuba. Por fin, para romper con la miseria en la que vive y dejar atrás la abrumadora situación creada por la guerra, propone a su amigo (Julián) escapar cruzando la frontera con Portugal y viajar en un buque hacia América. Sin embargo, su vida da un vuelco radical a partir de la llegada de una extraña mujer (Blanca), quien lo seduce hasta convertirlo en su amante de citas secretas. De esta forma, ayudado por la seductora, Luis logra emigrar y llegar a La Habana donde conoce a la sensual Amanda, joven cantante de boleros de quien se enamora obsesivamente. Por otra parte, en la capital cubana entabla una profunda amistad con Ela Schatz, anciana judía de origen polaco que, además de profesarle gran cariño, le induce a emprender el camino del conocimiento personal. Hasta aquí —al parecer— la trama de la historia sigue su rumbo siempre hacia adelante. En cambio, algo sucede que provoca una turbulencia en la identidad de los personajes y en las coordenadas del espacio-tiempo. A partir de entonces, Luis queda sin saber si todo lo que le ha sucedido ha sido cierto o producto de su imaginación. Será su re-encuentro con una vieja conocida aquello que le permitirá enfrentarse a su miedo y considerar posibilidades nunca antes imaginadas para explicar sus interrogantes.

Amanda es una novela en la que romanticismo, hechos históricos y conocimientos chamánicos se entrelazan para ofrecernos un punto de vista diferente en nuestra interpretación de la realidad. En ella, el lector dará continuos saltos temporales y viajará de la Galicia oculta en el silencio a La Habana, urbe en la que nacen nuevos géneros musicales, florece la vida nocturna y se traman oscuros planes que decidirán el destino de los principales protagonistas. Así, tiempo y espacio serán percibidos como hilos de una trama universal cuántica en la que la rueca siempre gira y la muerte, probablemente, no existe.

¡ATENCIÓN! AMANDA YA SABE ANDAR Y DA SUS PRIMEROS PASOS. PODÉIS LLEGAR HASTA ELLA EN EL CATÁLOGO DE LETRAME GRUPO EDITORIAL  https://letrame.com/catalogo/producto/amanda/ Y MUY PRONTO EN LIBRERÍAS.