PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




martes, 13 de abril de 2021

PRESENTACIÓN DE "EL RITMO DEL CONJURO" EN LEÓN. PALABRAS DE LA ESCRITORA FELICITAS REBAQUE DE LÁZARO

 


Felicitas Rebaque de Lázaro


Buenas tardes. Es un placer darle la bienvenida a la presentación del libro El ritmo del Conjuro de Rosa Marina González-Quevedo. A causa de la pandemia, se ha tenido que posponer casi un año, pero esta tarde, por fin, daremos a conocer este último y especial vástago literario de Rosa Marina. Gracias por acompañarnos en esta velada, que si duda va a ser mágica, en un  marco cultural emblemático como es el Salón de los Reyes por la gentileza y predisposición de Maria Dolores Martínez Lombó, directora de Bibliotecas Municipales.

Creo que todos los que estamos aquí conocemos a Rosa Marina González-Quevedo, pero, permitidme hacer una pequeña semblanza suya.

Cubana de nacimiento, ciudadana del mundo, por su trayectoria tiene su corazón repartido entre su Cuba natal, Nápoles y España. El amor la trajo a tierras leonesas y aquí echo raíces.

Rosa Marina,  licenciada en Filosofía, en Lengua y en Literatura Románica y Latinoamericana, ha sido profesora de Historia de la Filosofía en la Universidad de la Habana y en el Instituto Cervantes de Nápoles. Ensayista, narradora, escritora, poeta, mujer muy versátil y con un gran bagaje cultural.  Con una mente privilegiada, Rosa Marina se mueve entre la intuición y la lógica gracias a esa visión especial que tiene del mundo, del universo y de la apreciación de lo que “no se ve” que para ella es diáfano.

Desde sus primeras publicaciones en la Habana, en el año 1992 hasta la actualidad, ha recorrido un vasto camino en el que Rosa ha madurado como mujer y  como escritora, añadiendo profundidad, excelencia y riqueza a sus textos. Creo que todos tenemos en mente su última gran novela: La Enana (Ediciones Camelot, 2020), de la que soy una fan enardecida.

 Y hoy tengo el honor de presentar su última creación: El ritmo del conjuro.

 ¿De qué trata este libro con un título tan atrayente?, se preguntarán. Yo solo voy a dar unas pinceladas del mismo porque quiero que a esa  pregunta, en su intervención, responda la propia autora porque nadie mejor que ella para hacerlo. Pero os adelanto que El ritmo del conjuro, utilizando la magia de las palabras nos sumerge en el mundo ancestral de la religión Yoruba. Un bautismo mágico para los neófitos lectores de cuyas influencias es muy difícil sustraerse desde las primeras líneas hasta la finalización del libro.

Y me podríais seguir preguntando: ¿Qué es la cultura Yoruba? ¿Qué es Ifá? ¿Quién es un orisha?

Antes de responder, he de confesar mi ignorancia, y mis escasas, prácticamente nulas, nociones de esa cultura, ni de la religión que la sustenta, ni de sus dioses,  hasta que Rosa me habló de El ritmo del conjuro. La propia autora nos lo revela en el prólogo y seguro que en su intervención también nos hablará de ello.

En lo que a mí respecta ha sido toda una revelación que me provocó, tras leerlo, la necesidad de investigar sobre esa religión ancestral, los Yorubas, una etnia ubicada en el África Occidental concretamente en Nigeria y Benín, que tras la diáspora africana se expandió fuera de sus fronteras llevando  sus creencias y tradiciones al Caribe y a Brasil, principalmente. Los mitos,  la religión y los dioses, se adaptaron y mezclaron con los propios de esas culturas y con otras reminiscencias religiosas como la católica. Este sincretismo dio lugar a lo que se conoce como la santería cubana o el candomblé brasileño.

 Pero no se inquieten, en estas páginas no van a descubrir una historia de religión o de revelaciones, lo que van a encontrar en El ritmo del Conjuro es magia, por supuesto, y un viaje, que podríamos llamar iniciático, al que nos incorpora su protagonista, Osain, un potente orisha, dios o santo si trasladamos la acepción a la cultura occidental, que rige la Naturaleza.

Rosa Marina partiendo de la historia y las leyendas que rodean a este orisha, dotándole de aspecto humano, le hace abandonar su entorno natural y le embarca en un recorrido por diferentes partes del mundo para recopilar las leyendas y  ritos atávicos de culturas y religiones comunes en su esencia.

Y a la voz del mágico conjuro de Rosa Marina nuestro orisha Osain-Agé, acompañado de la mítica vampiresa Lulú, a quien da vida Louise Brook en “La caja de Pandora”, va de un lado al otro del mundo en una superposición de tiempos y de mundos, trasladándose de lo mágico y lo oculto a lo real, moviéndose desde espacios ancestrales a tiempos más contemporáneos.

 La magia es contagiosa, la música es mágica y la poesía también lo es. El ritmo de la naturaleza, de la vida, de lo oculto y de lo que pervive en la esencia del ser, se escucha en cada frase, en cada poema de este libro. Aristóteles, en su Poética, consideraba una íntima relación entre poesía, mito y ritual. Efectivamente, la poesía es como el ritual:  mimética, dramática y mágica, esa es la razón que no haya lenguaje mejor que el poético para expresar y mostrar lo ancestral y ese lado que queda oculto a los ojos de la razón.

Llama la atención cómo la autora recoge todo tipo de personajes de épocas más cercanas  y los amalgama con las creencias Yorubas. En estas páginas podremos ver conjugados a Amanda Lear, Dalí, la legendaria Joan Geraldine Bennet, el personaje literario Sadako, con la diosa celta de la muerte Morrigan, con JUNM, dios egipcio, en lugares míticos sagrados como El Monte Sacro en Roma, con Epidauro en Grecia, Egipto, o con ciudades como Hollywood y Nueva York, todo ello vehiculado por un ritmo ora febril, ora cadencioso, a voluntad de la autora. Pero del ritmo nos hablará más adelante nuestra amiga y compañera Marta Muñiz, con más profundidad y conocimientos que yo.

La poesía se nutre de lo onírico, de lo simbólico, de un mundo interior no revelado a muchos mortales por el que Rosa Marina camina con una seguridad y confianza absoluta.

El énfasis que pone Rosa Marina en el ritmo y la cadencia del lenguaje, elabora una música verbal que provoca una especie de encantamiento al lector. Ritmo y verbo para invocar el conjuro, el mismo con el que palpita el universo.

Como dice la autora en el prólogo del libro esta historia solo se mostrará a ojos de quien ve y a oídos de quien escucha.

No se la pierdan, por favor, y …. Entren en trance.

 

 

FELICITAS DREBAQUE DE LÁZARO

Escritora / Editora de Masticadores de Letras.

Nació en Tudela de Duero (Valladolid). Afincada en León, España. Estudió Magisterio y Enfermería. Compaginó su trabajo de enfermera con su pasión por la escritura. Realizó varios cursos de relato, periodismo y novela en La Escuela de Escritores de Madrid.

Es miembro de la organización cultural Bubisher, organización sin ánimo de lucro que trabaja en los campamentos de refugiados saharauis.

Participa activamente en numerosos proyectos culturales y literarios y de animación a la lectura.

Ha publicado con diferentes editoriales libros de narrativa: relato, novela y cuento, dirigidos tanto al público adulto como al infantil y juvenil.

En la actualidad compagina la escritura con la edición de Masticadores.

Sus últimas novelas publicadas han sido Violeta Mara, maravilla y la reedición de El Latido del agua, ambas por la Editorial LxL

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