Algunos meses han pasado ya desde que reabrí mi blog, anteriormente conocido como Yo vengo de todas partes. El mismo, un año atrás, fue "agredido" por la voluntad de uno de esos mal-intencionados hackers, enemigos de la libre condición personal de tener un espacio abierto en el cyber-espacio. La obra, sin embargo, es siempre más rica que la destrucción. Gracias a esta ley, crecemos y evolucionamos.
Hoy vuelvo a contar en mis páginas con la participación de vosotros, viejos y nuevos lectores. Y deseo, como lo hice en mi viejo blog, agradeceros el aliento que me ofrecéis cuando, al mirar las estadísticas, constato la comunicación con muchos lugares de este fértil planeta de ideas llamado Tierra.
Gracias a todos. Mi café sigue esperando por vuestra visita.