Por Astarté.
León, España.
Eres terciopelo y piedra...
Eres agua y arena... Pero, ¡qué recuerdos!... Canciones que nos hacen
evocar... ¿una época perdida? No. Algo arrastramos de todo esto. No voy a
buscar autor y motivaciones; no quiero saber por qué los autores escriben las
letras que luego buenos músicos llevarán al pentagrama y formarán una canción
que tendrá éxito o no (todo depende de las circunstancias, de las llamadas
“influencias”, de los padrinos que te puedan o no bautizar...) Pero esta
canción que fue éxito en la hit parade de los años ochenta dice algo
sobre el amor-instrumento. Y es que a veces el sentimiento nos conduce a la
trampa y nos hace caer en las redes de la melancolía... Bueno, ¿y quién no ha
sido víctima? En tal caso, “aquel que no sea pecador, que tire la primera
piedra...”
Hoy Astarté evoca viejas melodías de su juventud
prometedora. ¿Cursi? ¿Quién sabe? Pero son sólo recuerdos. Con cautela, por
supuesto.Viejas melodías nos pueden conducir al cielo o al abismo, así que...
¡cuidado! No sabemos el efecto que la música, ligada a las remembranzas,
nos pueda causar. Podemos caer en las
redes de una insospechada melancolía. Pero recordar no es delito. Eso no. La
memoria tiene sus “pro” y sus “contra”. Y lo bueno es estar conciente de ello.