PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




domingo, 20 de marzo de 2016

LA DESPEDIDA.


Por Astarté.
León, España.

No quiso pronunciar discursos por considerarlos un medio inapropiado. Tenía la impresión de que, al hablar, se enredaría en la cuerda del dolor; es decir, en esa especie de tela de araña que le atrapaba y no le dejaba volar hacia el jardín. Desde su silla, observaba el hilo de hormigas en la pared (le parecía una línea oblicua mal trazada por un niño que aprende a usar el lápiz). El comedor, pequeño y apretado, le causaba la sensación de un pellizco (de esos que no duelen y que, al contrario, dejan un agradable cosquilleo en la piel). Un comedor donde, por cierto, todo olía a piel. Y sobre la mesa, aquel trozo de papel mal doblado... Ojalá pudiera explicarte que la soledad viene siempre acompañada de recuerdos y los recuerdos de ideas locas y destructivas, pero aquella tarde fue definitiva para comprender que te habías marchado desde hacía ya  un montón de tiempo. No voy a describir todo lo vivido. Eso sí, puedo (y deseo) resumir la sensación que me anegó  la garganta. Era algo así como el sabor amargo de la rúcula silvestre o del berro o qué sé yo... Quizás, el sabor de tu sexo, húmedo,  sin su componente salobre. Y luego, el nudo asfixiante que no me permitía respirar. Entonces, lloré. Durante algunos minutos. Era un llanto intenso como lluvia de mayo. Un llanto que despejaba el cielo de mi pecho, poco a poco, lentamente... Para luego dejarlo vacío, sin sabor a nada... Y tantas otras frases más que salían de su escritura como balas proyectadas por su mente. Manojo de sensaciones superpuestas, dulces y amargas a la vez. Frases que no habría podido pronunciar (¿por falta de coraje?)... En fin, frases en un papel. Frases cargadas de un erotismo alucinante, nacido del despecho; cómo decir, un cuadro espontáneo de emociones  con un background de olores, sabores y texturas imaginarias e imaginadas. Frases escritas por él y para él y no para ella. No para ella, repito, que no había estado nunca allí, sino en otra casa y en otro mundo. No para ella, ídolo nacido del delirio de una mente infantil, de un Edipo preso de la imagen de su madre. En fin, una despedida a sí mismo. A su extraña definición de amor. 

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