PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Melodías del recuerdo: ¿Nos valen?


Por Astarté.
León, España.

Eres terciopelo y piedra... Eres agua y arena... Pero, ¡qué recuerdos!... Canciones que nos hacen evocar... ¿una época perdida? No. Algo arrastramos de todo esto. No voy a buscar autor y motivaciones; no quiero saber por qué los autores escriben las letras que luego buenos músicos llevarán al pentagrama y formarán una canción que tendrá éxito o no (todo depende de las circunstancias, de las llamadas “influencias”, de los padrinos que te puedan o no bautizar...) Pero esta canción que fue éxito en la hit parade de los años ochenta dice algo sobre el amor-instrumento. Y es que a veces el sentimiento nos conduce a la trampa y nos hace caer en las redes de la melancolía... Bueno, ¿y quién no ha sido víctima? En tal caso, “aquel que no sea pecador, que tire la primera piedra...”
Hoy Astarté evoca viejas melodías de su juventud prometedora. ¿Cursi? ¿Quién sabe? Pero son sólo recuerdos. Con cautela, por supuesto.Viejas melodías nos pueden conducir al cielo o al abismo, así que... ¡cuidado! No sabemos el efecto que la música, ligada a las remembranzas, nos  pueda causar. Podemos caer en las redes de una insospechada melancolía. Pero recordar no es delito. Eso no. La memoria tiene sus “pro” y sus “contra”. Y lo bueno es estar conciente de ello.


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